La salud mental incluye nuestro bienestar emocional, psicológico y social. Afecta la forma en que pensamos, sentimos y actuamos. También ayuda a determinar cómo manejamos el estrés, nos relacionamos con los demás y tomamos decisiones saludables.
La salud mental es importante en todas las etapas de la vida, desde la niñez, la adolescencia hasta la edad adulta.
Ahora más que nunca la salud mental es importante. Cuando nos enfocamos en ello, prácticamente todos los aspectos de la vida pueden mejorar. La importancia de una buena salud mental se refleja en todo lo que hacemos, pensamos o decimos.
La salud mental y física son componentes igualmente importantes de la salud general. Por ejemplo, la depresión aumenta el riesgo de muchos tipos de problemas de salud física, en particular, afecciones duraderas como diabetes, enfermedades cardíacas y accidentes cerebrovasculares. De manera similar, la presencia de condiciones crónicas puede aumentar el riesgo de enfermedad mental.
Tener una base sólida en lo que respecta a una buena salud mental significa que puede:
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